En este tutorial, te vamos a indicar los gastos que conlleva el vender bien una vivienda, y digo bien, porque de lo contrario puedes tener sorpresas indeseadas, así que, si eres vendedor, presta mucha atención:

  1. El IBI o contribución. Si eras el propietario a 1 de Enero, deberás hacerte cargo de él, aunque el Ayuntamiento no haya girado el recibo o éste venga en varios plazos.
  2. Las cuotas de la comunidad, hasta la fecha de la venta, incluidas las derramas que pudieran existir. Pide al administrador de tu comunidad que te expida un Certificado que lo acredite, normalmente es gratuito.
  3. El Certificado de Eficiencia Energética. Importante: Asegúrate que está registrado en la Comunidad Autónoma correspondiente. Su coste irá de 80 a 300 euros.
  4. Porcentaje de la Agencia Inmobiliaria. Habitualmente se sitúa entre el 3 y el 6%, con mínimos en muchos casos. Aquí ya sabes que lo barato sale caro y que, lo más caro, tampoco tiene por qué ser lo mejor.
  5. Si tienes hipoteca, tendrás que abonar el saldo pendiente y quizá alguna comisión por cancelación, que suele rondar el 1%.
  6. Además, necesitarás que un notario de fe de esa cancelación de hipoteca y llevar posteriormente esas Escrituras de Cancelación al Registro de la Propiedad para que eliminen dicha carga. Normalmente cada gestión te costará entre 100 y 150 euros.
  7. Una vez realizada la venta, deberás abonar la Plusvalía Municipal, o Impuesto sobre el Incremento del Valor del Terreno, en el Ayuntamiento. El importe dependerá, entre otras cosas, de la fecha de compra, de la ubicación de la vivienda y de la normativa del municipio. Tendrás 30 días hábiles para abonarlo desde que firmaste las escrituras.
  8. Y, por último tendrás que tener en cuenta el Incremento Patrimonial que has tenido, ya sea positivo o negativo, de cara a tu Declaración de la Renta.

Podríamos hablarte de reducciones, bonificaciones, exenciones y de muchas otras cosas más, pero para ello necesitaríamos conocerte y estudiar tu caso para ofrecerte el mejor asesoramiento fiscal. Ya sabes que en Kabuki, defendemos los intereses de nuestros clientes por encima de los nuestros.